LA CIENCIA

La ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.[1]

Es el conocimiento sistematizado, elaborado a partir de observaciones y el reconocimiento de patrones regulares, sobre los que se pueden aplicar razonamientos, construir hipótesis y construir esquemas metódicamente organizados.

sábado, 27 de febrero de 2010

LA CIENCIA DEL MISTICISMO


La Ciencia del Misticismo


Se llamado una ciencia al estudio del misticismo; pero probablemente es más correcto decir que se ha desarrollado durante muchos siglos. El autor del Eclesiastés no estaba totalmente errado cuando señaló que no hay nada nuevo bajo el sol, y algunos atisbos de una verdadera ciencia del misticismo - en un sentido rigurosamente científico - ha existido en occidente durante dos mil años. El psicoanálisis, el estudio de las ondas cerebrales, los viajes al interior del ser humano y la experimentación con drogas, están dándole una vitalidad renovada a un estudio que tiene profundas raíces en la tradición.

Estamos tan conscientes de la catastrófica grieta entre ciencia y religión que fácilmente olvidamos la armonía que antiguamente existió entre ambas. Los monjes eran los precursores de los científicos modernos y sus monasterios, hasta el Renacimiento, eran los principales centros de estudio occidentales, en los cuales no se hacía distinción entre la filosofía y la llamada ciencia natural. Fue un monje, el venerable Bede, quien propuso en el siglo VII la noción de que la tierra era redonda. Alberto Magnus y su discípulo Tomas de Aquino, en el siglo XIII, especularon acerca de la naturaleza del universo; Galileo y Copérnico, tan malamente tratados por las autoridades eclesiásticas, fueron educados y nutridos en la vida monástica, Roger Bacón, un fraile franciscano, que es responsable del inicio del llamado «método científico», escribió que "el verdadero científico debe someter todas las cosas que halla en el cielo y bajo
él a la experimentación". Le avergonzaba darse cuenta que no sabía más del mundo que lo que el promedio de la gente sabe. También está Nicolás de Cusa, un matemático, místico y obispo. Y muchos otros que dedicaron sus vidas a la ciencia. Y digo todo esto para enfatizar que el interés científico tiene profundas raíces en el occidente religioso.

Este acercamiento científico también influyó sobre la oración y los estados místicos; así fue que surgió un cuerpo de enseñanza para el desarrollo de la consciencia en la vida contemplativa acerca de los diversos estados de meditación, el éxtasis, las visiones, y cómo manejarlos, la posibilidad de la ilusión, y todo eso. Así fueron elaborados algunos grandes tratados científicos.


Además para Poulain el misticismo, lejos de ser una ciencia estática, era algo en constante evolución. Se habría desarrollado lentamente a través de los tiempos, y su evolución seguía en el futuro:

«Vemos que en el curso de los siglos las descripciones se hacen más y más precisas. Los autores llegan a distinguir, gradual aunque muy lentamente, los estados de consciencia que habían sido previamente confundidos; y también descubren mejores comparaciones con que describirlos. A este respecto, el misticismo participa en el movimiento de progreso que puede ser observado en todas las ciencias descriptivas. No hay razones para pensar que no habrá más progresos, Nuestros sucesores lo harán mejor que nosotros. Y es en este sentido que el misticismo tiene un futuro».

¿No hay en todo esto algo de profético? Para Poulain, los escritos de Santa Teresa de Ávila, en el siglo XVI en España, son un hito en el desarrollo de la consciencia mística y su estudio científico. El señala qué Santa Teresa fue la primera en analizar minuciosamente los estados de consciencia que preceden al éxtasis; y él constantemente apela al penetrante análisis psicológico de Teresa. Afirmando que hay dos grandes eras en el desarrollo del misticismo, una antes y hasta la muerte de Santa Teresa de Ávila y la otra desde su muerte hasta su propia época, él continúa:

«Durante el primer período, los místicos dedicaban su atención sólo a aquellos hechos que eran evidentes: éxtasis, visiones de Cristo y los santos, revelaciones del tipo de las de Santa Gertrudis o Santa Brígida. Pero los estados de unión en el camino al éxtasis eran más difíciles de analizar, como sucede siempre con las cosas más rudimentarias. Así sus ideas de estos estados eran muy vagas, sus descripciones fueron breves y confusas, y fallaron en distinguir entre estados de consciencia que eran diferentes. Por ejemplo,
la Beata Ángela de Foligno, cuyos escritos contienen bellos pasajes acerca de asuntos como los arrobamientos y visiones, no nos dice casi nada acerca de otros estados de consciencia. Lo mismo es cierto para Dionisio el Areopagita, Ruysbroeck, y otros. Hablando de las primeras fases, ellos quedaban conformes con anotaciones tan vagas como: «uno encuentra que ha sido poseído por una indudable dulzura».

bien ser la respuesta.

1 comentario:

  1. aqui Estamos tan conscientes de la catastrófica grieta entre ciencia y religión que fácilmente olvidamos la armonía que antiguamente existió entre ambas. pero es lo unico q podemos hacer

    ResponderEliminar